27 de febrero de 2012

Vicio


Las pupilas se dilatan, la piel se eriza y la sangre hierve por dentro.

De nuevo el renacer. No importa el pasado; sólo el presente, pues el futuro…

Aspiras hondo, subes la mirada y una sonrisa se cuelga en tus labios.

Desprendes calor, energía, el ritmo empieza a acelerarse dentro de ti, junto a ella. No hay nada ni nadie que pueda retener tu sueño compartido.

El cuerpo se tensa y la mente se enfría con un único objetivo.

Sabes todo lo que tienes, con lo que cuentas; mides y te preparas.

No hay ningún miedo dentro de ti, ya que estas rebosante de esperanza.

Los latidos retumban acompasados por tu cuerpo y el suyo. Revoluciona la respiración.

Te alzas para manifestar tu nueva condición, seguro, confiado, positivo.

Libertad es todo lo que compartes junto a ella y con los tuyos.

Miras a un lado, al otro, detrás; esta todo preparado.

Coges las riendas de tu caballo de acero y tras la señal transformas quimeras en realidad.

Y con mis compañeros comienzo la ruta.

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