No quiero
volver a escuchar “que no merece la pena”.
¿Qué no
merece la pena?
Si solo con
ver un segundo vuestros ojos me dan la fuerza para aguantar toda la semana,
todo el mes, hasta toda la vida.
Si; es por
vuestra sonrisa por lo que lucho cada día. Por ese abrazo, por el guiño, por
esos momentos que le robamos a la felicidad cuando estamos juntos.
Si mis
metas y mis sueños de futuro tienen
vuestro nombre grabado. Si cuento no dos, ni tres; sino con todos a la hora de
elegir.
¿Y me decís
que no merece la pena?
Mil pactos
hago con Lucifer si de vuestras almas se trata; y otros mil con todos los
dioses conocidos para recuperarlas.
Porque me habéis
enseñado que toda esta vida es para querernos, demostrándolo segundo a segundo.
No me volváis
a pedir eso, por favor. Pues no voy a poder engañar a mi corazón mandándole no
luchar por lo mejor; por lo que llevo siempre dentro, por vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario