27 de julio de 2012

Una navidad diferente


Este año no voy a escatimar en gastos.  Lo mejor para los míos. Además si los demás lo hacen… que cojones; yo también. Voy a cortar el abeto más grande que vea, para plantarlo en el jardinillo de la casa. Y lo voy a llenar de luces de esas de los chinos, empalmaré tres o cuatro juegos, para que se vea en todo el barrio. Un papa Noel de los que suben por las escaleras en cada ventana de casa. De los reyes magos paso, que son inmigrantes, jajajajaja.

De la cena familiar me encargo yo, bueno, menos cocinarla. Llevaré el mejor cava, jamón y marisco. Aunque sobre más de la mitad y lo tengamos que tirar. Que no se diga! Un par de cajas de vino, que sea el gran reserva de la cooperativa del pueblo. Un montón de turrones y dulces variados. No hay fiesta sin borrachera y comilona ¡¡¡¡

 Este año los regalos van a ser más que excelentes. Para mis padres un viaje en un crucero por lo menos; que se lo merecen. A mis hermanos una cámara de video, pero de las buenas, no como la suya; un libro electrónico a ver si aprende a leer; y  a ella el abriguito que siempre ha deseado de pieles. Y no te cuento a los sobrinos, una consola diferente a cada uno. Este año no nos darán guerra y jugamos la partidilla como Dios manda. Al tontorrón de mi cuñado una ipack con wasapp para que hable con alguien aunque sea en navidad. A mi sobrina predilecta una gargantilla de oro blanco. Y como no pisa por casa desde que discutió con su madre, la puede lucir bien. Todos los amigos van a recibir mi mensaje cachondo navideño. Por cierto; a ver si este año se comporta mi cuñada, que el año pasado no le dejaba mamarse en paz a su santo marido. Hay que joderse como es! Además, mi mujer y yo vamos a ser la envidia con los modelitos que nos vamos a comprar de trajes. Hasta me voy a portar con los suegros y les voy a regalar una televisión plana para que vean  a lo grande las campanadas. Estas navidades no es necesario hasta Reyes y por obligación pasar a felicitar la pascua.

Petardos, petardos… los más gordos, aunque nos revienten la mano. Pero el vecino no duerme hasta que se acabe la Nochevieja. Que me ha contado mi amiguete, que este es el primer año libra de currar.  De los que son mas grande que mi mano, que este año reventamos la botella de champan con uno. Y después… al cotillón del casino, por supuesto el más caro. 250 euros por 4 horas de barra libre y canapés ole, ole!!

Eso es mi espíritu navideño y no tonterías. Y de villancicos ni uno, este año no me van a joder. Todo el día la tele puesta, pero no los anuncios esos de pobres que piden, solo las galas musicales repetidas.

 Y como único deseo, que me toque la lotería, que si no como pago todo lo que he tirado de tarjeta.

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