17 de septiembre de 2014

Educator


Educator

 

No creas que no lo vemos, sabemos lo que haces… por eso, te lo agradecemos. Seguramente las metas, los sueños alcanzados, esos logros no les pinten tan bonitos como te habían enseñado.  Desde que empezaste a crear tus quimeras llenas de aventuras, desde que decidiste pelear por las ilusiones compartidas, desde que diste la mano a los tuyos. Y aunque te toque luchar duro para mantenerlos.  Es todo tuyo.

Que te voy a decir si nunca paras. Si no hay sueño que no creas que pueda ser realidad. Si pecas de hacer en vez de deshacer. Si tu sonrisa no se ha borrado a pesar todas las hostias que has recibido. Si tus piernas levantan  una y otra vez, mientras tu corazón no entiende de rendición. Más no hay gesto de ti, que delate debilidad. Bien lo sabes… todo merece la pena.

Hechas pulsos al tiempo el único que te reta. Sin reconocimiento das paso tras paso sin demora alguna. Ignorando a los que intentan ponerte la zancadilla a la vida.  Aprovechando las oportunidades, pues están en ti.

Y ahora… ahora estas aquí. Mirando de frente al mundo y hasta más allá. Haciendo mayor virtud la tenacidad.  Es una decisión vital. De frente a los miedos, a los desengaños; sin titubear. Y nosotros deseando estar a tu lado.

Y me enseñas fantásticas realidades en realidades mezquinas.  Te elegí a mi lado por tus valores. Has aprendido de dentro a fuera.  Haces del norte de tu ruta el compromiso.  Mas regalas más de lo que compartes.

Juegas limpio, sabiendo que hay tras el límite. Coraje, en tus palabras, cuerpo y alma hasta completar objetivos.  Prácticas en todas las artes, entrenas en todos los campos y logras todos tus designios. Tienes la empatía de ver los detalles anónimos.

Y si alguna vez  no encuentras esa motivación por la que siempre has luchado… para, abre los ojos, la mente y el corazón y admira lo que han logrado tus pasos.  Porque muchos, deseamos que todas personas sean como tú.

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