Luces Navideñas
Si te ha llegado este mensaje es que eres una de mis luces, sí; una
de mis luces navideñas…
De esas que van al unísono en el árbol de navidad. Íntimas y llenas
de valores como la familia, de colores conjuntados, y aunque alguna bombilla esté
fundida, está unida. Más o menos como las del portal, parpadeantes y adornadas
de paz, amor y alegría, como los míos.
O también pueden ser una de esas luces que ponemos en la casa. Velas
de verdad, auténticas como las grandes amistades que me rodean. Luces que
comparten el respeto, vida y aventuras dentro de tu hogar. Dando ese toque
elegante y jovial como ellos saben festejar.
Pueden ser letreros luminosos de algún establecimiento con el que
comparto mi día a día. Llenos de ilusiones para afrontar pragmáticos
infortunios. Que siguen alumbrando como permanentes candiles, para alegrar
nuestros corazones en estos días de nieve y mal tiempo.
Luces de vehículos, ya sabéis que prefiero los de dos ruedas, dan
más candor a mi alma. Faros que indican sendas nuevas a recorrer. Alegrías
asombrosas que deseo compartir con vosotros.
En cada ciudad hay farolas, ventanas y grandes carteles
centelleantes, necesarios para saber que, aunque estés lejos siempre puedes ver
alguna. Cuyo resplandor es tan grande como sus sueños. Teniendo
puntos de apoyo en lugares desconocidos; pues sus quimeras son como las tuyas y
eso es lo que a todos nos une.
También anhelan nuestras luces internas esclarecer vuestros felices
días, así como el año venidero. Así que, seguir iluminando; ya que no solo nos
ilumináis a Ana y a mí.
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