22 de mayo de 2023

Carta a un futuro cocinero



Carta a un futuro cocinero.

Esto es para ti, el que se acaba de meter en una cocina profesional. O el de pequeño soñaba en hacer suculentos platos para los suyos. O para los que sabían que querían ser cocineros. O para los que anhelaban un futuro entre fogones.
Pues para ti van estas palabras, como a mí me hubiera gustado escucharlas hace unos cuantos años …

Querido futuro cocinero:
Siendo niño, soñaba con cocinar, mientras otros niños querían ser pilotos o futbolistas; yo veía a mi madre guisar como la gran maestra culinaria que es. Desde el cariño, con devoción y benevolencia hacia los demás creaba los mejores manjares. Así que un día decides lo que quieres ser; y yo decidí ser cocinero.
Si de aquellos años supiera lo que se hoy, sería lo mismo, pero sin aquella mirada inocente y viva. He de decirte, que no es un camino nada fácil.  Es bonito empezar desde abajo, al igual que duro. Al principio es fácil luchar con una sonrisa por tu sueño a pesar de las adversidades. Pero pasan los años y la frescura de la juventud se va apagando. En parte sumada a la aceptación de las responsabilidades en la vida, además de tu pasión por este oficio.  
No juzgues a compañeros que no se entregan como tu; la hostelería es una forma de vida y hay muchas piedras en el camino que te quitaran la energía poco a poco. Ya lo veras. Trabajar en una cocina es agotador y te dejaras la piel currando muchísimas horas. Recuerda, no eres mejor por ser joven, o por tener a mano las mejores vanguardias hosteleras, tampoco por no parar de formarte. Antes que tú, otros fueros magníficos.  
He de comentarte que no siempre te guardaran respeto tus compañeros, ni tus jefes; en general la sociedad no te lo va a guardar, a pesar de tu gran labor. Vete acostumbrándote a las críticas poco fomentativas. Cuestionarán tu trabajo, tu imagen, tus relaciones… y no siempre será bueno lo que digan. Acuérdate, si la cocina es tu ley de vida; te queda un
largo camino. Ahorra energía, es imposible agradar a todos. Tu fortaleza marcará la diferencia.  
En los programas de la tele, en los libros de recetas y hasta en los podcasts más innovadores, te darás cuenta de que la realidad es muy diferente.  Todo es más molón, lo adulteran de belleza, cambian los tiempos, sale todo picadito, ingredientes exóticos en neveras semivacías, vajillas impolutas de diseño, … como lo tuyo, ¿no?
Y que contarte sobre esos jefes que solamente buscan un tanto por ciento de ganancia. La mayoría (hay alguna excepción) no les importa nada sus empleados, tan siquiera sus clientes y menos las materias primas. Solo somos piezas de ajedrez para conseguir sus costosos vicios. Quieren tontos que les saquen el trabajo, no piensen y cobren lo menos posible. Así está yendo ahora el 90% de la hostelería.  
Te voy a dar un consejo. No lleves nunca la losa del fracaso hostelero, no es tu culpa. No es una responsabilidad tuya no querer pagar a más personal, ni la falta de recursos, ni el poco tiempo, ni la incultura en este gremio. Bastante haces con poner todo el corazón en tu cocina día a día.
Cuando entres por primera vez a tu puesto de trabajo, será un reflejo de la realidad que tenga la empresa. Cada compañero será diferente así que ten paciencia y pon mucho esfuerzo. Cuida los utensilios de cocina para que duren lo máximo posible. Y sobre todo que impere el orden y la limpieza es la base de casi todo. Con la suma de todo esto se podrán conseguir grandes proezas gastronómicas. Siempre va haber nuevos retos culinarios, no te cierres a ellos, no seas escéptico y permítete cambiar. El cocinero que no se actualiza, se acomoda y pierde creatividad tras los fogones. Vive las nuevas recetas y disfruta como la sociedad va avanzando.
No me gustaría despedirme de ti sin decirte que no es todo negativo. Vivirás momentos mágicos. Cuando te digan lo buena que está tu comida; cuando veas los avances de tus jóvenes pinches; cuando te despidas con lágrimas en los ojos de buenos compañeros; cuando contéis las anécdotas diarias con una caña en la mano en el fin de turno; esos abrazos por un trabajo bien hecho; cuando la vida de los de tu equipo tienen momentos fantásticos; …  
Te lo vas a pasar en grande. Así que…cocina con muchísimo amor. Por eso compensará el sacrificio del trabajo por delante. Y a partir de aquí sabrás que ser cocinero es el mejor trabajo. No te dejes abrumar por la responsabilidad, no veas el futuro con miedo y enfréntate a tus metas con alegría. Lo vas hacer genial. Y quizás con suerte alguien quiera seguir tus pasos, y te diga, comí tus fantásticas viandas y quise ser cocinero.

Un fuerte abrazo y nos vemos entre fogones y planchas.  



1 comentario:

  1. Es una gran carta. Te dan ganas de ser cocinero o enfrentarte a todo lo malo que pase en la hostelería. Lo malo, que te haga tanta mella que ya no sepas ver si realmente es tu pasión o tu criptonita. Preciosas palabras. Un beso

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