Uno y el otro.
Uno, se había despertado pronto, después de una descansada noche.
El otro, también le tocó despertarse pronto, pero la mañana aparecía en el sofá
Uno, pudo disfrutar de la fría nieve posándose en su naricita con una sonrisa.
El otro, fue al trabajo entre dos camiones lentos, y con un frio como perros.
Uno, disfrutó del día con sus amigos y familia hasta la hora de la siesta.
El otro, bregó una mañana insulsa, además de discutir con un compañero.
Uno, aunque no le hacían mucho caso, gastó la tarde jugando, bailando y leyendo cuentos.
El otro, miraba y miraba como se le escapaban las horas del reloj, llegando justo o tarde a todo.
Uno, estaba tan alterado y con ganas de seguir comiéndose la vida, que no quería ir a dormir.
El otro, agotado mentalmente y apático, solo esperaba que se terminara el día.
Los dos, juntaron las manos en la cama y encontraron la tranquilidad, paz y felicidad que ambos deseaban.
Buenas noches mi cielo.
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